Un superyate abandonado en el Caribe por un oligarca ruso hace más de dos años al fin tiene un anónimo nuevo dueño
La embarcación, 81 metros de eslora, con un piano de cola y una piscina que se convierte en helipuerto, se vendió por US$40 millones la semana pasada,
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El superyate Alfa Nero, abandonado en el Caribe hace más de dos años, tiene nuevo dueño.
La embarcación, 81 metros de eslora, con un piano de cola y una piscina que se convierte en helipuerto, se vendió por US$40 millones la semana pasada, según informó Ronald Sanders, embajador de Antigua y Barbuda en Estados Unidos. No quiso dar el nombrar del comprador, aduciendo un acuerdo de confidencialidad.
La venta marca el último intento de poner fin a la saga del Alfa Nero, que se extendió por varios años. Un oligarca ruso abandonó el yate de lujo en Antigua en marzo de 2022, tras ser sancionado por el Tesoro estadounidense. Después, el multimillonario tecnológico Eric Schmidt intentó comprarlo en una subasta, pero se retractó cuando la venta se convirtió en un atolladero legal.
Mientras tanto, la embarcación permanecía en el puerto de Falmouth, en Antigua, atendida por una tripulación mínima y cuyo mantenimiento costaba más de US$100.000 al mes.
En US$40 millones, el nuevo propietario del Alfa Nero acabará pagando mucho menos que los US$67,6 millones que Schmidt, exdirector ejecutivo de Google, ofreció el año pasado. El multimillonario ruso de los fertilizantes sancionado Andrey Guryev compró originalmente el Alfa Nero en 2014 por US$120 millones, según informó el Departamento del Tesoro de EEUU, algo que Guryev niega.
Su hija, Yulia Gurieva-Motlokhov, se presentó posteriormente reclamando la propiedad del yate, lo que desencadenó una disputa legal.
“No vale US$40 millones, vale mucho más”, dijo Richard Higgins, agente de Northrop & Johnson que representó al comprador no revelado. “Necesitaban vender el barco”.
Higgins señaló que el nuevo propietario es europeo y probablemente pondrá el Alfa Nero en el mercado de alquiler.
No es el único caso
El Alfa Nero se encuentra entre más de una docena de superyates inmovilizados en puertos de todo el mundo después de que la invasión rusa de Ucrania en 2022 provocara una serie de sanciones económicas contra los oligarcas rusos. Muchas de las embarcaciones han quedado atrapadas en el limbo en medio de costosas disputas legales y acumulando costos de mantenimiento.
El superyate Phi lleva atracado en Londres desde 2022, mientras que otras embarcaciones están atrapadas en Italia y España. También está el Amadea, un barco de más de 100 metros con un tanque para langostas y nubes pintadas a mano en el techo del comedor, que fue confiscado a su presunto propietario oligarca en Fiyi y ahora se encuentra en California. El mes pasado, un tribunal de Nueva York denegó la petición del Gobierno estadounidense de vender el Amadea, informó Voice of America.
El nuevo propietario del Alfa Nero “no está incluido en la lista de sanciones de ningún país o institución”, según declaró el embajador Sanders.
El último intento de vender el Alfa Nero se negoció a través de un contrato privado, dijo el administrador del puerto, Darwin Telemaque, en una llamada telefónica. Tampoco quiso dar el nombrar del comprador. Telemaque espera que los ingresos cubran los millones de dólares en tasas portuarias que ha acumulado el Alfa Nero.
“Estoy muy contento de que el barco ya no sea responsabilidad del pueblo ni del Gobierno de Antigua y Barbuda”, sostuvo.